Síntesis de la falta de tareas de limpieza y mantenimiento y de mezquinas prácticas de vecinos que arrojan los residuos donde no se debe, la formación de “micro basurales” en la periferia pide a gritos una solución definitva.
Ocurre que al margen de afear el entorno urbano y entorpecer en muchos casos la circulación vehicular y peatonal, constituyen un serio riesgo sanitario por las enfermedades vinculadas a la acumulación de residuos.
Los focos de minibasurales se multiplican en Parque Bristol, un problema que no es nuevo incluso en la ciudad, pero que preocupa a los vecinos, más aún en tiempos de pandemia, donde el cuidado de la salud se hace fundamental.

