Niños, aislamiento y salud mental

El Argentino Digital dialogó con la Lic. en Psicología Manuela Brenes Bonilla (MP 48.133) que es Coordinadora de grupos de crianza de la red Mamam, Atención a niños y niñas,adolescentes,adultos y perinatal, nos acercamos a su consultorio online y le consultamos sobre la salud mental en los niños en tiempos de cuarentena, como afecta y que soluciones hay.

¿Se le da el lugar que se debe al tratamiento de la salud mental en tiempos de cuarentena?

Muchos interrogantes surgen respecto a si en el contexto en que vivimos, se da lugar a la salud mental, lo que se suele escuchar es que la misma queda relegada ante el lugar que se le da, puntualmente a evitar el Contagio de covid-19 a partir principalmente del aislamiento, así algunas poblaciones al exigirles que no salgan para protegerse del virus como el caso de los niños podrían verse más perjudicados, en este aspecto me refiero a la población ampliada, no específicamente a la del partido de Gral. Alvarado. Eso es lo que a mí entender se da en el imaginario social a nivel general.

Desde mi punto de vista se da en parte esta situación, donde la salud mental y también la física quedan de alguna forma sin tener lugar, como si al prevenir solo el contagio estuviera todo resuelto, pudiendo en este aspecto encontrarnos con situaciones agravadas por no darse el lugar que merece la salud mental y física. No estoy diciendo que no se deban tomar medidas para proteger del covid-19, claro que es necesario, lo que planteo es que no puede ser en desmedro de la salud mental y física, somos seres biopsicosociales, si no se atiende a esto estaremos protegiendo solo una parte importante de nosotras, pero no su globalidad. No es un tema del que se hable y se haga hincapié, se lo toca muy por arriba, como una sombra imperceptible, faltan herramientas para las distintas poblaciones para acompañar en el proceso del cuidado del contagio del covid-19, que permita sobrellevar de mejor modo el aislamiento, no solo del afuera sino, el afectivo y social, a modo de precaución.

¿Por qué de precaución?

Porque la situación que vivimos es inesperada e impensada, nadie estaba preparado para hacer frente a una pandemia así, ni se sabe con certeza cuáles serán sus consecuencias por no haber existido antes una situación similar.

A  mí entender la población más afectada ha sido la de los niños, debido a la etapa de desarrollo en la que se encuentran, que en un punto se vio coartada. Etapa en la que el adentro y el afuera es fundamental y fundante para el psiquismo. Me parece importante hacer esta aclaración ya que he escuchado de algunos medios la pregunta de por qué es necesario que también salgan niños que viven en hogares con mayores comodidades, como por ejemplo con parques y con mascotas, bueno, es por esto. Con parque o sin él, por un lado los niños están siempre en el mismo espacio intrafamiliar, donde ese afuera, llamado “parque”, continúa siendo su adentro-psíquico- al mismo tiempo, no es un afuera real,  y por otro lado, se encuentran en una etapa donde la libertad de movimiento, el contacto con los otros, la exploración, es tan importante para su desarrollo que el salir se hace imprescindible.

Seguramente quienes no cuenten con este parque, entre otras comodidades, teniendo en cuenta que no todos los hogares son iguales, hay hogares reducidos en cuanto a espacio físico, hogares donde conviven muchos familiares, hogares sin parque ni patio, etc, para ellos la situación podría resultar más compleja.

Algunas de las reacciones infantiles que he observado ante la cuarentena, y de las que he sabido a partir del intercambio con colegas debido al encierro y el miedo son, regresiones en lo ya adquirido como por ejemplo necesidad de dormir en la cama de los padres, volver a pedir teta quien ya se había destetado, enuresis, pedir mucho “upa”, terrores nocturnos, pesadillas, miedos a estar solos, conductas agresivas, cambios de ánimo abruptos, aparición de tics, irritabilidad, etc Sin mencionar los efectos físicos que también acarrea dicho contexto.

La presencia o no de estas reacciones estarán en parte mediadas por la forma en que cada familia tome contacto con la realidad, con la capacidad y herramientas que cuenten a nivel psíquico de afrontar de un modo más o menos adaptativo lo que nos toca vivir.

Si los niños se encuentran con  «mapadres» que transitan este periodo con pesimismo y temor, los más pequeños lo vivirán probablemente de modo similar, ya que los niños en un punto son el reflejo de sus mapadres, absorben lo que sientes ellos.

Con esto no busco culpabilizar a los mapadres, por el contrario hacer conscientes de la necesidad de revisar nuestras propias emociones sobre cómo estamos atravesando esta etapa para ayudarnos a nosotros mismos y a los más pequeños a afrontar de la mejor manera y de modo más adaptativo.

También ser conscientes del uso de la tecnología y las pantallas en los niños. Es cierto que hoy en día a veces es tomado como recurso que para poder trabajar, cocinar por ejemplo, ya que “nos salva” porque el niño se entretiene un gran rato frente a las mismas, pero en exceso puede generar muchas de las reacciones mencionadas previamente, como agresividad, cambios de humor, etc. Es importante regular su uso.

¿Qué podemos hacer para ayudar a los más pequeños de la familia a sobrellevar esta realidad?

En principio es fundamental validar sus emociones, si como adultos podemos sentir miedo e incertidumbre, imaginen lo que puede estar pasando por la cabecita de un niño. Dar lugar al juego simbólico y a la palabra, invitar a dialogar sobre lo que sucede afuera, indagar qué imaginan ellos qué está pasando, cómo imaginan el afuera y cómo los hace sentir. Este punto me parece fundamental, sobre todo en aquellos lugares donde aún no han podido salir. Invitarlos a la ventana o puerta de salida para que vean ese afuera, mostrarles que no hay un peligro inminente, que sigue siendo el mismo lugar pero cambiado, con menos personas, calles desoladas, personas con tapabocas, pero no es un escenario de terror. Ser realistas y no dramatizar, no exagerar ni infundir temor, explicar que nos quedamos adentro para cuidarnos entre todos, y si salimos tenemos que tomar ciertas precauciones con el mismo fin, pero no decir que el virus nos puede matar. No todos los virus matan,  no a todos, y los niños no necesitan que les digamos eso, seamos cuidadosos con lo que transmitimos y cómo los transmitimos. Enseñémosles a tener cuidado no miedo.

Preparémoslos  para las salidas, explicar cómo encontrarán el afuera, como se verán las personas, invitarlos a armar sus propios barbijos, y a intervenirlos pintándolos por ejemplo, expliquemos sobre la necesidad de su uso, respetemos la elección de salir o no de los niños, muchos pueden no tener ganas algún día o tener miedo, dar lugar a esas emociones y transmitir calma, esto es validar las emociones, para luego poder gestionarlas de modo que resulten más adaptativas. Escuchar que nos dicen los niños, siempre escuchar, y estar atentos que lo que no dicen con palabras muchas veces lo dicen con el cuerpo.

En si esta situación nos invita a reinventarnos, a repensarnos como familia, en qué tipo de familia somos y qué familia queremos ser, nos invita a valorar a nuestros afectos, resulta en un llamado a la creatividad para que el aislamiento físico no resulte en aislamiento social. Podemos no encontrarnos por ahora presencialmente, todos lo añoramos, pero reinventemos las formas de estar en contacto con el otro. Que por ejemplo las videollamadas  no queden en un saludo y el relato del día, invitemos a nuestro niño interior a jugar. Leamos cuentos, inventémoslos! Relatemos nuestras historias de vida, juguemos a las adivinanzas, realicemos rimas, hagamos obras de teatro con títeres. Sí, todo esto por video llamada! Recuerden que los niños son super visuales, seguro la propuesta les resultará atractiva. Este contacto afectivo es super importante para los niños también. No se los neguemos.

¿Y vos estás dispuesto a reinventarte?

¿Qué estrategias te han servido para ayudar a los más pequeños a afrontar esta situación? ¿Qué otras se te ocurren?

Lic. Manuela Brenes Bonilla – Psicóloga. MP 48.133

A Manuela Brenes Bonilla podes encontrarla en las redes sociales, tanto facebook como instagram @manuelabrenesbonilla.psicologa