Hablemos un poco de literatura y de otras cosas….

Lic. Alicia Digón

Amigos, es época de quedarse en casa por el tema que ya todos conocemos. Están aquellos a quienes les gusta leer, también a quien le gusta escribir y para todos ellos vamos a tener un espacio, y para los más chicos también. En especial para ellos, ya que se puede leer-les y luego que ilustren y de este modo re- crear su imaginación y sus potenciales aptitudes para lo que llamamos arte infantil. Para algunos niños un tanto ansiosos por contar algo corto tenemos el minicuento. Tiene sus reglas. Se acerca al microcuento y no al microrelato, éste suele ser un poco más extenso. Eso sí, tienen una obligación: ser quien cuenta autor de aquello que narra.

En oportunidades algunos escritores noveles del grupo me preguntan qué diferencia hay entre: un cuento, un minicuento y un microrelato.

Vamos a establecer un parámetro no complicado en principio, pero cada uno de estos estilos, digamos, tienen una estructura diferente y cada uno de ellos logra impactar de un modo particular con un lenguaje específico cada uno.

El cuento, en especial el cuento moderno, intenta ser algo rápido, separado por comas, en el cual se relata una experiencia personal, al estilo Rodolfo Fogwill, en “La mujer vestida de tul” o los tan conocidos microcuentos de Cortázar que no siempre hablan de una realidad, sino que son en su esencia surrealistas. Valdría la pena re leerlos. O de no haberlos leído leerlos, porque son excelentes.

Hay un cuento de él que se llama “las babas del diablo” y una película “Blow Up” basada en el cuento. Por otro lado tiene  “El perseguidor” con gran cantidad de páginas aunque es también una estructura de cuento.

Por ejemplo en “Casa de conejos” de Mario Levrero tenemos una novela realizada toda ella con pequeños relatos, que son en realidad microrelatos.

Algunos más largos, otros más cortos, está en internet, vale la pena leerlo ya que es una alegoría y tienen un gran tiempo para decodificar qué quiso decir el autor.

Esto es muy bueno porque despierta la imaginación tanto del que lee como del que realiza el trabajo de interpretación.

Se sugiere este tipo de trabajo realizarlo en familia con aquellos que estén interesados, debido a que es ameno, y agiliza la imaginación.

Nada en lo que surjan catástrofes y tampoco irrupciones inmediatas de volcanes en erupción, terremotos o algo así. Hay que ir entrando despacio en el tema para que los adolescentes, los chicos y la tercera edad o la cuarta no entre en desesperación o temores.

Siempre hay que tener en cuenta que todos, todos, todos, tenemos angustia y la angustia y el miedo hay que neutralizarlos con buenos augurios de algo que está en ciernes.

No nos olvidemos que la televisión magnifica y la política –siempre- trata de llevar aguas para su molino con el respeto que me merecen las medidas tomadas y la cohesión de grupo que se logró en esta situación. Los convoco lectores del www.argentinodigital.com.ar a que envíen sus trabajos, a revistaguka@gmail.com y armamos un conjunto con lo que se logre para hacer una posterior edición artesanal a cargo de chicos, adolescentes y adultos que quieran participar del trabajo.

No son tiempo fáciles pero ya el mundo ha pasado por situaciones similares, hubo quien vivió para contarla y pasó seis años en un pozo, sin bañarse sin comida, salvo lo que le tiraban desde la superficie, etc y hoy es una abuela que da gusto escucharla cuando dice a cuidarse, no salir a la calle, estar con la familia primaria, y tratar en lo posible de higienizarse varias veces al día.

Ya saben la GuKa que es una camella divina, acepta sus trabajos y si quieren saber por qué se llama Guka tienen nomás que entrar en los minicuentos de Cortázar y buscar “Guk, camello a quien no dejaban salir del desierto” creo que ese es el título, besos al Argentino que nos permite a todes esta oportunidad y los espero.