Este jueves, la cita de los productores es en Lobería. Las 16 Sociedades Rurales del Sudeste Bonaerense invitan a una jornada en la que primordialmente hay que participar. Con la idea de que las políticas acordes a lo que la producción necesita deben impulsarse desde el propio sector, se espera una interesante convocatoria a la Jornada de Comercialización de Trigo, en el salón de la Sociedad Rural de Lobería.
El encuentro comenzará a las 9, con un desayuno, donde especialistas reconocidos en el mercado le permitirán a los productores descubrir dónde radican ciertas falencias en la venta de su cosecha y discutir qué cambios se necesitan implementar en las medidas que se toman desde el ámbito oficial, o en la cadena privada.
Esta realización está respaldada por CARBAP, y disertarán:
· Javier Buján, corredor de cereales, titular de KIMEI, ex presidente de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, y habitual analista y consultor de mercado.
· Leandro Pierbattisti, ingeniero agrónomo, consultor internacional de mercados y ex asesor de la Federación de Acopiadores.
Como moderador, el productor Mariano Otamendi, integrante de la Sociedad Rural de Lobería y de la Asociación de Productores de Trigo (AAPROTRIGO). Habrá un panorama de la “imagen” que el trigo argentino tiene en el mundo, las oportunidades y el momento actual del mercado.
Luego del almuerzo, habrá mesas de debate, de las cuales saldrán ideas para elaborar un documento con las conclusiones de la Jornada y las iniciativas a promover desde CARBAP ante los organismos que corresponda, como parte de su acción gremial.
¿Es correcto el precio que se paga por la exportación o la molinería? ¿Cómo se determina? ¿Qué costos/descuentos existen que no se divulgan? ¿Qué cambios en la industrialización pueden mejorar la rentabilidad? ¿Por qué Argentina no segrega por tipo de trigos o de harinas? Estos y muchos interrogantes podrán aparecer en el debate, además de la realidad actual nacional y mundial.
Las entidades organizadoras consideran indispensable la participación de productores -socios o no de las Rurales-, porque de ese compromiso y aporte de fuerza se nutren los movimientos de las entidades que representan al sector agropecuario.
