La semana anterior la comunidad quedó escandalizada al conocer el sueldo de una persona que cumple funciones de enfermería y como contratada en el hospital municipal.
Era de $12.000 o traducido en la moneda que todos conocen U$S 80 (OCHENTA DOLARES). Es indudable que la vocación de servicio resulta ser un factor determinante para dichos enfermeros que con ese dinero cumplen 8 horas de trabajo, atendiendo, asistiendo y acompañando a los enfermos y compartiendo el dolor de los familiares.
Es necesario realmente un homenaje permanente a quienes trabajan para salvar vidas y sostener la salud pública.
Pero además del homenaje es necesario y urgente que las autoridades municipales en forma inmediata reformulen el presupuesto municipal y destinen más recursos al personal de enfermería y de salud.
Que se modifiquen las partidas de gastos superfluos e innecesarios. Se gastaron 9.000.000 millones de pesos en un veredón que se podía postergar y así hay tantas partidas que se pueden congelar o modificar para hacer más llevadera la vida sacrificada de nuestros enfermeros.
Y por supuesto el Concejo Deliberante. Algún proyecto, alguna iniciativa que sea consensuada con todos los concejales que seguramente deben compartir la inquietud y la necesidad de los servidores públicos para hacer urgente una recomposición salarial de los mismos.
Homenajes y reconocimientos con la palabra se pueden hacer todos los días y los compartimos. Pero hoy el mejor homenaje, el mejor reconocimiento es el salarial, la mejor paga, la compensación de lo que hacen. Ojala las autoridades y los concejales entiendan de lo que se está hablando.
