Van tres semanas consecutivas en una suerte de “Cruzada Cultural” en las que el actor y director local, Mauro Spadari, comenzó la loable tarea de visibilizar lo que es para muchos: “La Tragedia del Teatro Abel Santa Cruz”.
Y es que la cultura es lo que nos da identidad y es por eso que el Estado debe garantizar la socialización de la cultura y el acceso a ella. Una definición que parecería no ser considerada por quienes tienen el deber de llevarla a cabo. Es sospechosa la inacción de la Municipalidad. Pareciera que lo que les interesa es prevalecer en obras como un veredón de $7.000.000, pero el “Abel Santa Cruz” está último en las prioridades.
La ayuda económica de $12.076.852 enviada por Nación como parte del Fondo para la reactivación cultural y turística, no fue contemplada por el municipio a la hora de destinar una parte del dinero para solucionar el riesgo edilicio, en que se encuentra el Teatro. Gracias al reclamo que está llevando adelante Spadari, desde el municipio recién comenzaron a dar tibias respuestas y en el medio, idas y vueltas. Muchas. Demasiadas…. Y es que el arte, el teatro y la cultura no entienden de desidias.
Lo cierto es que hace más de un año, el Teatro Municipal, bajo el telón….pero esta vez no hubo aplausos.
