Caballos sueltos

Como cuidando el cementerio, en la calle 26 el domingo en horas de la mañana ocupaban la vereda y pastaban tranquilamente varios caballos que luego cruzarían la calles y provocarían peligro a quienes circulaban por el lugar hacia el vivero municipal.
Como todos los días, como es una constante la cantidad de caballos en las calles se hace incontrolable para las autoridades que no pueden o no quieren solucionarlo.
Solo una postal más de lo que ocurre cotidianamente en Miramar y que seguirá ocurriendo porque nadie hace absolutamente nada.