Ayer, Hoy y Siempre

Padre Hugo Segovia
Por Padre Hugo Segovia.

PADRE HUGO SEGOVIA

El C-9, consejo de cardenales

A pocos días de cumplir sus diez años como Papa Francisco dio a conocer el nombre de quienes formarían el consejo de cardenales que sucedería al que habiendo terminado su trabajo comenzado en abril de 2013 con la publicación del “Preadicate evagelium” que dío nueva vigencia a la curia romana.
Se lo llama a este organismo “G9” y fue sorpresa cuando fue establecido. Lo formaron cardenales de todos los continentes y de los primeros elegidos siguen estando ahora dos cardenales: el representante de Asia, cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, India y el secretario de Estado cardenal Pietro Parolin, Italiano.
Estos nueve cardenales pueden ser llamados asesores del Papa lo cual constituye una de las novedades del pontificado del argentino.
Podemos como siempre que aparecen nombres tener en cuenta por ejemplo que faltaría un representante de Oceanía (había sido de la primera hora el cardenal Pell) que es, por otra parte, el único continente que no ha recibido la visita del Papa.
Además destacar que hay aquí cuatro europeos, tres americanos (dos norteamericanos y un sudamericano) y los dos representantes de Asia y Africa.
De esos podemos decir que casi todos son cardenales elegidos por el Papa Francisco lo cual supone una sintonía destacable con él y de la cual seguramente se hablará ampliamente.
Indudable la que existe con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de quien se habla como del segundo del Vaticano.

Auxilio del ministerio papal

Pero es importante que también destaquemos las figuras y las trayectorias de quienes integran este consejo ya que es importante la tarea asignada que comenzará el 24 de abril en la Casa de Santa Marta, el hotel para los eclesiásticos que es el lugar de residencia del papa en el Vaticano.
Para explicar el sentido de este Consejo se dio a conocer en 2013 lo que significa su existencia: “fruto de las sugerencias nacidas de las reuniones que precedieron la realización del Cónclave del cual sugería el nuevo Papa para tratar diversas cuestiones que considerara dignas de atención.
Decía entonces que “este Consejo cuyo número me reservo de configurar de modo que resulta más adecuado para que sea la expresión de la comunión episcopal y del auxilio al ministerio pretino que el episcopado de todo el mundo puede ofrecer”.
Como ocurre sobre todo cuando se anuncia un consistorio para la creación de nuevos cardenales es también una ocasión para profundizar lo que hemos llamado algo así como glotología es decir que los alcances de la presencia de la Iglesia en el mundo vengan a revestirse de la variedad de las regiones y culturas del mundo.
Expresión concreta de la colegialidad y la sinodalidad que podríamos traducir, en su medida, en una forma más democrática de lo que el Concilio Vaticano II había pedido en cuando a universalidad y participación.

Colegial y sinodal

Así vemos una mayoría de representantes de Europa en las personas de un italiano, dos españoles y un luxemburgués, los cardenales Parolin, secretario de Estado, Juan José Omella arzobispo de Barcelona, actual presidente del episcopado español, figura muy identificada con el talante pastoral del Papa, Fernando Vérgez elegido cardenal en 2022 y de quien se recuerda el hecho de haber sido colaborador cercano al cardenal Pironio y Jean Claude Hollereich, también de esa promoción, arzobispo de Luxemburgo y designado a ser relator del próximo Sínodo de octubre.
No pasa desapercibido la elección de un cardenal canadiense en este Consejo ya que la presencia de este país ha quedado bastante opacada y ha vuelto a recuperar presencia con el viaje que en julio pasado hizo el Papa.
Tampoco la del cardenal arzobispo de Bahía que representa aquí a la Iglesia del país católico más numeroso pero que está también siendo una de las más afectados por la creciente ola de miembros de las iglesias evangélicas constituidas en un decisivo factor de poder en el país.
La reelección de una figura de la dimensión de S. O Malley confirma la postura absolutamente clara sobre el tema de la pedofilia y pone también un acento particular sobre la afinidad del episcopado norteamericano con la pastoral de Francisco.
Solo una palabra para destacar que monseñor Marco Mellino, obispo de Cresima será el secretario de esta nueva edición del C-9.