Padre Hugo Segovia
A la columna del 14 de febrero de 2019 que quería ser la crónica del viaje del Papa Francisco a la Península Arábiga no le encontramos mejor título que “Como al de Asís”.
Sin duda que la sorpresa del 13 de marzo de 2013 sigue desplegando su riqueza a manos llenas.
El papa viajo ahora a Asis en su primera salida de Roma del tiempo de la pandemia. ¿Cómo no recordar que a Lampedusa había sido su primera salida como obispo de Roma en Julio de aquel inesperado 2013?. Como dice Jesús: “allí donde está tu tesoro, está tu corazón”.
En “Fratellitutti” Francisco habla de “la semilla de Francisco”.
La primera sorpresa que nos asalta es encontrarnos con la mención (que después se va repitiendo a lo largo del texto) de los inspiradores de la encíclica que son más allá del Francisco que lo movió a escribir “Laudato Si” que hace del patriarca ortodoxo Bartolome I, “su hermano” y del estímulo que recibió del Gran Iman Al AsharAhnad Al-Tayyeb que junto con el fueron, en 2019, los firmantes de aquella declaración que lamentablemente fue encajonada por la mayoría de los medios de comunicación.
Esa hermandad que “renace en rostros, manos y voces más allá de las fronteras que creamos” se hace evidente aquí y podemos decir que es el estilo de Francisco ya acuñado y que nos hace recorrer los caminos del mundo mostrando esa sinodalidad que lo lleva, tanto adentro como afuera de la Iglesia, a través de las citas de muchos episcopados (Colombia, Congo, Sudáfrica, Corea, Estados Unidos, Francia, Portugal, Australia, Correa, India), que han hablado de estos temas. Pero también a las referencias innumerables que van surgiendo de sus páginas.
UN MUNDO ABIERTO
Vale la pena detenernos en sus nombres: Martin Luter King, Demond Tutu, Mahatma Gandhi y tantos autores que iluminando los capítulos y que nos resulta grato mencionar porque es la expresión de que no nos es indiferente la riqueza de su pensamiento: Paul Ricoeur (su distinción entre “socio” y “prójimo”), EloiLeclerq, cardenal Silva Henriquez, Gabriel Marcel, Karl Rahner, Vinicius de Moraes (ya citado en “Querida Amazonia”), George Simmel, Karol Wojtyla (cuando todavía no era Juan Pablo II). No faltan ni la Eneida ni Ciceron ni el Talmud ni Charles de Foucaulda que será canonizado en diciembre ni WllyWindera a quien debemos una película a la cual nos referíamos el 31 de enero de 2019.
Obviamente, hay lugar ampliamente para los documentos de la Iglesia.
El documento consta de siete partes cada uno de los cuales lleva un atrayente título en los cuales desplegamos indudables cualidades literarias logrando un compendio de todos los aspectos de la realidad actual sin excluir urticantes cuestiones como la pena de muerte, la guerra justa, el lugar de la mujer y, de una manera muy particular, la inmigración.
Todo ello contribuye a un texto que reúnen junto a la problemática más resonante, el contacto personal con todas las realidades logrando una cercanía notable a través de expresiones que como eslóganes ayudan a entender y a recorrer el camino.
Tendremos que seguir explorando el texto de “Fratellitutti” ya que ahora van brotando estos brochazos.
Si duda que es difícil elegir lo que pueda ser galardonado como lo mejor aunque el tema de la parábola del buen samaritano es como el nudo en una recreación muy bergogliana y que será la guía para todos los que, de adentro y de afuera, quieran afrontar desafíos de la fraternidad y la amistad social.
DIMENSION POLITICA DE LA EXISTENCIA
Aun corriendo el riesgo de caer en lo reiterativo lamentamos tener que mostrar el dolor que nos causa la incomprensión que el pensamiento del papa suscita, sobre todo, en muchos de sus compatriotas.
Citaremos testimonios sin por, ello pretender negar el derecho a disentir tratándose de temas opinables (San Agustín daba la clave cuando decía: “en lo dudoso, la libertad”).
Eso sí, es preciso respetar sin prejuzgar.
Uno de estos autores dice que “el papa es el padre espiritual del populismo y, para colmo, en el Angelus revoleo por la cabeza fragmentos del Evangelio”. Nos remitía esto a al prepotencia de los del Proceso en los que muchas se quejaban de “los tercermundistas”.
Otro, en forma despectiva, titula su intervención “los deseos imaginarios del papa peronista” y subtitula “Sin merito ni esfuerzo”.
Todavía hemos tenido que ver y escuchar por TV una resentida afirmación de la culpabilidad de Francisco” en la violencia sobre la propiedad.
Pero, aun de parte de miembros esclarecidos de la Iglesia, vemos el regateo a una adhesión cálida a un pensamiento de quien nos ha convocado a todos a situarnos en la misma barca y se vuelve a hablar de “una ayuda a un mercado inconformista y a la provocación a un cierto desconcierto en no pocos conciudadanos”.
La gravedad de los tiempos y la enormidad de la tarea que nos espera merecería una cordialidad que mande las discrepancia a un segundo lugar y, como le gustaría decir a Bergoglio, “ponga toda la carne al asador”.